sábado, 21 de febrero de 2009

SE CORTÓ LA MUFA

Se terminó la maldita racha negativa de 10 partidos sin triunfos. En un encuentro tan mal jugado como emotivo en el final, Brown derrotó a Estudiantes por 3 a 1 y volvió a sonreir en el Arandilla después de casi 4 meses. El equipo de Kopriva volvió a mostrar los serios inconvenientes que tiene para elaborar juego colectivo en tres cuartos, como así también el sufrimiento que padece cuando la bola cae cruzada en el cielo del área propia. Pero hoy suplió todas esas falencias con mucha vergüenza y amor propio. En el último cuarto de hora afloró el coraje, y si bien los circuitos futbolísticos no funcionaron en casi toda la tarde, en ese último tramo del partido encaró como pudo y fue allí cuando sacó la ventaja decisiva que le valió la victoria.
En la primera mitad se fueron al descanso empardados. Franco Romero metió una emboquillada desde 25 metros y puso al TRico arriba. Pero Estudiantes lo igualó con un cabezazo de un ex Brown: Leo Carboni. En esos primero 45 fue algo más la visita que manejaba la pelota a través de Bazán y Yassogna por el sector derecho.
En el complemento arrancó mejor el Pincha. Bangert tuvo que revolcarse dos veces ante remates de media distancia primero de Carboni y más tarde de Pereyra. Pero de a poco los de Leo Ramos (hoy debutaba el DT, que había reemplazado a Gonzalo González) se fueron quedando sin gasolina. Y ahí empezó a crecer la figura del Beto Fariña, que (con una cancha que se ponía cada vez más veloz y con la pelota que empezaba a pesar más por la lluvia) con criterio y coraje empezó a adueñarse y administrar la zona de gestación. Ya no estaba el Chino Ávalo (otra vez lo sustituyó temprano Kopriva) y los ingresos de Villamayor y Mansilla no le dieron demasiada claridad, aunque sí oxígeno a un equipo que comenzaba a "sentir" el partido. A los 41' Carboni se comió un gol abajo del arco. Leo Ramos se agarró la cabeza, pero en la respuesta de Brown llegó el grito de Jacobo. El ex Independiente no dio por perdida una pelota en el área rival, y aprovechando un error de Monasterio, no tuvo más que empujarla a la red y dedicarle la conquista a su hijita nacida dos meses atrás. Estudiantes se fue como loco al arco de Bangert en la última pelota parada. Monasterio pateó el tiro libre desde el anillo central, pero en la contra, el Beto Fariña le dio de zurda desde 50 metros ante un arquero que corrió pero no llegó. El incómodo canto "y pongan huevo la put.. que los par..." que venía oyéndose cada vez con más fuerza, fue reemplazado inmediatamente por el cálido "Oléé, Olé, Olé, Olééé...Betóó, Betóóó", tributo más que merecido para el ídolo del pueblo Tricolor, el Beto Fariña.
Nadie deberá perder de vista que se ganó y nada más. Había que ganar como sea, para alejar fantasmas y conseguir algo de paz, y se hizo. Eso fue lo positivo. En la columna del "debe" aún quedan muchísimas cosas para trabajar. Ojalá que con la tranquilidad del triunfo, sea más fácil empezar a corregirlas.
Sergio Viacava
LA SÍNTESIS
BROWN
Bangert; Zerbo, Otermín, Crespín y Di Benedetto; Bazán, Fariña, Ledesma (73' Jara); Ávalo (55' Mansilla); F. Romero y Amarilla (ST Villamayor). DT: Juan C. Kopriva
ESTUDIANTES
Monasterio; Bazán (89' Canario), Goux, Gásperi (54' Funes) y Montiquín; Panzardi, Lillo, Lemmo; Pereyra (82' Alegre); Yassogna y Carboni. DT: Leonardo Ramos
GOLES: 15' F. Romero (B), 30' Carboni (E), 88' Mansilla (B), 92' Fariña (B)
AMONESTADOS: Zerbo, Crespín, Di Benedetto y Ávalo (B). Lillo y Carboni (E)
ÁRBITRO: Germán Delfino (Bien)
ASISTENTES: José Mendoza y Mariano Milei
CANCHA: Brown (muy buena)
PÚBLICO: 350 espectadores
LA FIGURA: Norberto Fariña (B)
¿SE OLVIDARON DEL BETO?
Está claro que el Beto fue la figura del triunfo ante Estudiantes, pero algunos esperábamos en la previa algún gesto de la Comisión hacia el ídolo. Es que, contra Central Córdoba Fariña cumplió 150 partidos con la casaca Tricolor, y era de esperar que en el primer encuentro de local recibiera algún presente como se ha hecho con otros jugadores en el club (Astorga, Zen Bonacorsi, Ramiro Ramírez....). Pero no, parece que se les pasó. Tal vez haya sido porque no fue una semana tranquila (el mal momento, la Asamblea...), pero bueno... aún hay tiempo. El Beto se merece unos segundos de aplausos del pueblo Tricolor, y un obsequio, aunque más no sea, una camiseta de su querido Brown.